Morfeo es caprichoso (2ª parte)

...Escocia. Algún día nos tendremos que sentar cara a cara y decirnos cuatro cosas. ¿A qué hora habíamos quedado a las 19 o las 19:30?. Que alegría me da lo de su embarazo, espero que vaya todo bien. Las fotos han salido genial; la verdad es que el peinado nuevo no me queda nada mal. Buf! las 5:03 a.m. ya, mañana voy a parecer un alma en pena.

Imagen: Taringa
Que gracioso el niño que me dijo "hola" al pasar. Que no se me olvide comprar café. La ciudad que nunca duerme. No me puedo creer que haya tanto charlatán incompetente engañando a tanta gente. Mmm....empiezo a notar los brazos de Morfeo. Me da mucha envidia la niña, la verdad. Pobrecillo, cada día tiene menos pelo. No puedo con esta incertidumbre. A ver si da resultado el entrenamiento.  Menuda pinta tenían las fresas. ¿Será verdad lo que me contó?. Es una tía maja, merece una oportunidad. Si espera que vaya yo lo lleva claro. Me ha encantado el detalle que ha tenido. Mira que son pesaditos los del teléfono. ¿A qué huele?.  Tengo que llevar las pilas al contenedor. Ójala...mañana.....no............................haga..tanto...................calo..r.........porque..........m.......e...............................va.....a......da...................................ZZZzzzzzzzz.............Tamañana................ZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZ

Morfeo es caprichoso

3:44 de la madrugada de un lunes cualquiera. Los ojos como platos y esta vez no puedo responsabilizar a la compañía telefónica, que acostumbra a avisarme a horas indecentes de que alguien me ha llamado 15 horas antes. 
Imagen: La guía
Curiosa la frenética actividad que puede tener la mente en circunstancias como ésta. No hay nada como una noche de insomnio para que 1 millón de cosas acudan en tropel a tu pensamiento:
¿Qué salsa le irá bien al pastel de pescado?. El carnet de conducir lleva 2 meses caducado. La reforma imaginaria. ¿Qué tendrán las sombras de Christian?. Flandes. La carta de motivación. Hace mucho que no sé nada del kinki. La cita del dentista. Que chula la peli que he visto hoy. Tengo que poner fin a lo que me hace sufrir. A ver si hincho la ruedas de la bici de una vez. La batidora de varillas. Mis discos inéditos. ¿Por qué no subiría la masa de las magdalenas?. Tengo que limpiar el coche sin falta. Mira que estoy harta de quien no habla claro. Seguro que Monseñor sabe que en aquella tienda hacen 2x1 en relicarios. Menudas pintas tenía el que me he cruzado en el parque esta tarde. Tengo antojo de pisto. Nueva Zelanda. ¿He apagado la calefacción?. Cuánto mangante. Ójala algún día veamos el puente de la foto. No acabo de entender por qué no se separan...





El viaje de Nico

Poco antes, charlando con las chicas, supe que le llamaban Sarkozy, porque era francés.

Llevaba días esperando ese momento. Habíamos hablado de ello el mes anterior pero no llegamos a concretar nada. No parecía muy interesado en acompañarme aunque supongo que, finalmente, se vió obligado por las circunstancias.

Aquella mañana,  me preguntó si había decidido cuál sería el destino del viaje y lo primero que pensé fue en su ciudad. No era mi favorito, es cierto, y no dudé en hacérselo saber pero, aún así, prometió hacer lo posible porque regresara.

Imagen: Encuentros UMA
A decir verdad no recuerdo absolutamente nada de aquel viaje, salvo el intenso frío que sentí justo antes de partir y las terribles turbulencias de la vuelta, originadas, quizá, por aquel desafortunado comentario acerca de su localidad de origen.

A pesar de todo, Nico cumplió su palabra y le agradezco inmensamente que no me permitiera retornar antes de tiempo, como habrían hecho otros.

Estoy totalmente de acuerdo con las chicas: era (y es) un gran anestesista.